Tecnología para la evaluación de pacientes hospitalizados: Un real soporte para la nutrición clínica.

La aparición de una Pandemia de COVID – 19 plantea desafíos y amenazas sin precedentes para pacientes y sistemas de salud en todo el mundo. La enfermedad conlleva complicaciones respiratorias agudas que requieren manejo en unidades de cuidados intensivos (UCI), siendo una causa importante de mortalidad. Los pacientes con peores resultados son los inmunocomprometidos, adultos mayores e individuos multimórbidos y personas malnutridas en general.
	La estancia en la UCI, la multimorbilidad y la edad avanzada se asocian comúnmente con un alto riesgo de malnutrición, que representa per se un factor de riesgo relevante para una mayor mortalidad y morbilidad en enfermedad crónica y aguda. Es importante mencionar, que se requieren estancias largas en la UCI para la estabilización de los pacientes COVID – 19, y esta situación puede empeorar o causar malnutrición, con pérdida severa de masa músculo esquelético y su función, lo que puede conducir a discapacidad, mala calidad de vida y morbilidad adicional. Por lo tanto, la prevención, diagnóstico y tratamiento de la malnutrición, debe incluirse rutinariamente en el tratamiento de pacientes con COVID – 19. Actualmente, hay evidencia clínica que muestra que la nutrición que implica una ingesta moderada de energía y un alto contenido de proteínas se asocia con una reducción de la mortalidad. Es por eso, que la Sociedad Europea de Nutrición y Metabolismo (ESPEN) como la Sociedad Americana de Nutrición Parenteral y Enteral (ASPEN) recomiendan una mayor ingesta de proteínas con calorías controladas para pacientes críticos.
Para determinar los requerimientos nutricionales, las pautas ESPEN recomiendan que, en pacientes críticamente enfermos con ventilación mecánica, las necesidades de energía se determinen mediante calorimetría indirecta (CI). Por otro lado, las pautas de ASPEN también sugieren que se use CI para determinar los requerimientos de energía. En términos prácticos, la evidencia científica dice que la calorimetría indirecta es el Gold Standard para medir el gasto energético en reposo (GER): las necesidades calóricas de un paciente mientras está en reposo. En relación con la composición corporal, hidratación y reducción de la pérdida de masa muscular, ESPEN sugiere, entre otros métodos, la bioimpedancia. Otros métodos sugeridos pueden no ser accesibles en pacientes en UCI. COSMED, empresa líder a nivel mundial en el diseño de sistemas metabólicos para aplicaciones de rendimiento clínico y humano, cuenta con Q-NGR+, un monitor metabólico no invasivo que utiliza tecnología de calorimetría indirecta que mide con precisión validada el gasto energético del paciente.
	Q-NRG+ está diseñado especialmente para pacientes críticamente enfermos, para medir de forma rápida y precisa el GER de un paciente. Los médicos pueden usarlo para determinar los objetivos de energía, prescribir y administrar la terapia nutricional adecuada para sus pacientes. Además, ayuda a garantizar que a los pacientes se les indiquen las cantidades óptimas de nutrición durante su estadía hospitalaria. InBody en tanto, es el líder global en la industria del análisis de composición corporal con avances tecnológicos relevantes. En pacientes críticamente enfermos la tecnología InBody es vital para la evaluación de sarcopenia, estado nutricional, evaluación de la severidad, estado de hidratación y edema. Para este tipo de pacientes, InBody cuenta con el S10, un bioimpedanciometro portátil diseñado para pacientes hospitalizados.
En virtud de lo anteriormente mencionado, es importante considerar que la intervención nutricional debe considerarse como una parte integral de la terapia y del enfoque de los pacientes víctimas de la infección por COVID – 19. A medida que la nutrición clínica continúa ganando importancia en el entorno de la UCI, será fundamental la necesidad de estrategias y herramientas avanzadas que puedan ayudar a los médicos a garantizar que los pacientes reciban una nutrición adecuada para obtener mejores resultados a largo plazo y una mejor calidad de vida.